martes, septiembre 27, 2005

HISTORIA DE UN LUNES


La historia comenzó en lunes. Como siempre, ese día él pensaba que la vida transcurriría igual, deslizándose en la rutina de sus tardes solitarias. Siempre se imaginaba sentado sobre una roca, observando el sol hundiéndose en el horizonte, tragado por el mar rojizo que se le aparecía en sus sueños y le hacía despertar en la madrugada lamiendo sus lágrimas.
Pero sólo era un sueño porque vivía en la Cd. de México,donde solamente existe un mar de smog que te envenena los pulmones y las conversaciones.
Era lunes, por eso sintió la carga más pesada que nunca. Si hubiera sido viernes habría sentido, como todos, más prometedor, sin menos pesadumbre en los ojos y en el corazón. Por eso, cuando Delfina, su novia, le dijo por teléfono, que había pensado bien las cosas y que era mejor que su relación se encerrara en un paréntesis, creyó que de pronto el día se transformaba en noche y se metió en la cama para ver si era otra de sus pesadillas y que al despertar volviera a sentir el sol quemándole la espalda.
Entre suspiros se quedó dormido y cuando despertó la noche bañaba la ciudad y el barrio en el que vivía le invitaba a caminar para desahogarse del mar de soledad en el que naufragaba.
Cerca de ahí una sinfonola dejaba escapar una rola de un tal Lupillo Rivera y se sintió atraído por la letra y los olores a perfume barato que salían de la cantina "La Lola", que estaba a media cuadra de la vecindad donde vivía.
Era lunes, por eso no le extrañó que hubiera sólo dos clientes en una mesa acompañados de tres chicas. Una de ellas, al verlo entrar fue a su encuentro y lo recibió con un beso en la boca, lo conocía, por supuesto.
Se sentaron cerca de la música y otra joven de pechos a lo Sabrina les llevó un plato con cacahuates. Él pidió dos cervezas y se derrumbó en el hombro de "Sabrina", motivado por la canción soltó el mar de penas que empapó el cabello que le caía a la chica sobre la espalda.
Y eso fue lo único que recordó después cuando despertó en un hotel barato de Acapulco, al lado de aquella chica que hasta entonces supo que se llamaba Selena.
(Continuará)

jueves, septiembre 22, 2005

NOS ROBAMOS LA LUNA

Con mucho afecto para mi ahijado Ricardo quien se encuentra en Estados Unidos, estos dos poemas que publiqué en mi libro Malditas Palabras y que dice que le gustan. Un saludo para su familia.

DEFINITIVAMENTE, TE QUIERO.

Te quiero como el otoño a la luna,
como la barca al remo,
como el llanto a su recuerdo.
Te quiero y te pienso
con tu voz rebelde
desafiando al tiempo,
con tus ojos luminosos
llenos de luceros,
con tu boca ansiosa
y con el temblor ardiente
de tu cuerpo.
Te quiero como el paso al caminante,
como el pez a su pecera,
como la tormenta al trueno.
Te quiero así, como eres:
dolor de los domingos,
agua del sediento,
levedad del sueño.
No sé por qué,
ni cómo, ni cuánto;
pero, inexplicablemente,
definitivamente,
te quiero.


NOS ROBAMOS LA LUNA


A pesar de todo
nos robamos la luna.
Mi alma pendía de un hilo
en tu corazón intacto,
nuestras manos enlazadas,
los silencios agraviados,
y mi amor
en tu maleta guardado.
La pasión se había perdido
en el laberinto
de la tarde,
el agua fresca intentaba sofocar
el calor de mis manos
que a tus pechos quemaban.
El sol caía en las montañas,
nuestros cuerpos en la cama,
tus ojos eran ruegos,
nuestros sexos una llama,
y nos robamos la luna
con promesas no cumplidas.
La luna besó tu espalda.
A pesar de todo:
de la batalla librada,
y de la confesión
del secreto de una carta,
nos robamos la luna
satisfechos,en la cama.


jose_delgado9@hotmail.com

domingo, septiembre 18, 2005

LLUVIA DE ESTRELLAS


Lluvia de estrellas hay en mi corazón
porque, con tu partida (aunque me asombra mucho),
no hay dolor.
Deveras, no es conformismo, ni paz interna
o resignación; es dulce calma, brisa de otoño,
mar apacible, tierna canción.
Sé que esperabas que te llorara y que implorara por tu perdón,
o que en silencio y en la penumbra yo me quedara con la derrota
en mi habitación,
o al menos fuera tras de tus pasos, como otras veces,
tragando el humo de tu rencor
y que en tu calle yo me quedara bajo la lluvia
ilusionado porque salieras y que trajeras la paz de mi alma
con tu pasión.
Mas, sin embargo, en la tristeza que ahora me dejas
ya no hay dolor,
porque el recuerdo de tu cariño me lo ha cambiado
por una flor.
Ahora, sereno, cierro mis ojos
y entono a solas nuestra canción,
y este amor nuestro que arrastró el viento
derrama estrellas, luces benditas que me iluminan
el corazón.

jueves, septiembre 15, 2005

¿DE QUÉ HABLA LA GENTE?


Emmanuel me dijo: "La gente inteligente habla de ideas, la gente común habla de las cosas, la gente mediocre habla de la gente..." No sé si él la haya creado pero la compartió conmigo y, la verdad, qué profundidad tienen estas palabras. ¿En qué perdemos el tiempo, generalmente? La respuesta es obvia: en hablar de los demás, de lo que hacen, de lo que hacen bien, d elo que hacen mal, de lo que no hacen; pocas veces valoramos lo que dicen, lo que piensan... Y es que, de todos podemos aprender algo, sin importar la edad. Si un anciano está lleno de sabiduría por su experiencia, la ingenuidad de un niño también nos permite vislumbrar verdades que se ocultan detrás de la venda que por la malicia del mundo nos cubre los ojos.
"La gente inteligente habla de ideas...", me dijo. Y eso,por supuesto, es muy inteligente, como él.
Ahora quiero compartirles unos versos sueltos que nacieron motivados por últimas experiencias:
"Oigo cantar al agua
cuando se desprende
de la nube taciturna;
canta la luz que nace de la luna,
canta el viento;
pero mi corazón ya no canta:
murmura..."
"¡Qué noche, la de anoche, la que tú y yo vivimos!
Sedientos, nos bebimos la luna
y entre besos y promesas fingimos el regreso
a la misma estación, a la que volvemos siempre
después andar como locos bajando estrellas."
"Pero regresas siempre, diciendo que me extrañas,
y yo tan estúpido soy
que te perdono todo,
te perdono todo, todo;
sólo por volverme a ver en la tristeza de tus ojos."
"De pronto llegas y enciendes la hoguera
en donde hay sólo cenizas,
y no me pregunto si te amo todavía,
¿para qué?, eso lo sé desde siempre
porque entre las cenizas alguna brasa queda."

Un saludo para amigas y amigos muy queridos,como otros más.
Guille, Jahén,Aline, Zandra, David, María, Laura, Juan Carlos, Gibrán, Lupita Austria, Armando, Miguel Sierra, Miguel Perianes, Etc.

domingo, septiembre 11, 2005

CON LA VERDAD EN LA MANO

Èl vino a mi casa con la verdad en la mano.
Es un buen amigo que me regalò una tarde soleada y con arena.
La tarde se hizo noche y entre la bruma de las primeras sombras
me dibujó una luna huraña y quebradiza que se perdía en las copas de los árboles.
Con el paso de las horas y uno que otro tequila la vereda de la charla
nos llevó hacia la poesía.
Me dijo que leía mi libro todos los días y que al menos dos o tres poemas
le acompañaban en la soledad de sus horas nocturnas.
Para mi vanidad, me habló de los versos que le quemaron en lo más profundo de sus emociones.
Yo le escuchaba advirtiendo una sombra de rencor en sus pequeños ojos.
No supe qué decirle. Sólo expresé, con la timidez que me caracteriza, un gracias que, al parecer, no fue suficiente porque agregó que su padre le pide mis "Malditas Palabras" de vez en cuando e igual que él se encierra en ese mundo de nostalgias y soledades.
Hubiera querido tener en mi boca las palabras suficientes para agradecerle que
tuviera el valor de ayudarme a soportar estos sinsabores.
Él no sabe (creo que lo imagina) que al compartir lo que escribimos lo hacemos para no tener que llevar, solos, por la vida, carga tan pesada.
Pero bueno, al fin de cuentas la vida fluye y como otros versos se han resbalado entre el nudo de mi garganta escurriendo por mis dedos, le obsequié poemas nuevos.
Creo que aumentará el nivel de su melancolía. No me culpo, cada quien sabe el tipo de amigos que mete en su costal de afectos. No sé si un día decida hacerme un reclamo formal, por lo pronto, si lee este mensaje, quisiera decirle( por si no se dio cuenta) que, al despedirnos y estrechar su mano, deposité en ella un pedacito de luna para su amuleto de buena suerte.
Ojalá que la vida nos permita hacer el viaje que proyectamos para dejar en un terreno neutral los peros y los porqués de tanta soledad contenida en mis poemas.

Con afecto, para mi amigo Miguel Ángel Sierra Ferrer, por su agradable compañía y por su amistad sincera.

miércoles, septiembre 07, 2005

EL ESPEJO EN LA PARED


EL ESPEJO EN LA PARED

El espejo en la pared, a un lado de la puerta
(es un lago llano convertidor de sueños);
el piso, de madera,
la mesa, la máquina, las plumas,
los libros y las velas:
el espacio inerte,
(la noche rueda).
Afuera: la calle, la luz, gente que va y viene,
(mi alma en pena).
Una canción, tres llamadas (ninguna contestada),
una esperanza muerta.
Más adentro: la soledad, el llanto,
la nostalgia;
el frío aumenta.
Hay una lluvia adentro
y hay otra lluvia afuera.
(Alguna vez te pregunté: “¿Qué será de ti
cuando me vaya de tu lado?”,
mas no sabía que sería yo
el abandonado.)
Está todo:
el vino en la hielera,
el agua tibia,
mis ojos tristes,
mis manos frías,
la cama intacta.
En mi pecho se expande un grito:
mi resistencia a prueba.
Cuento las horas: diez, doce, treinta y seis,
ciento cuarenta.
El reloj, la carta (la duda),
lágrimas.
Todo está: tu foto en el llavero,
los poemas, las tarjetas,
los recuerdos,
y el espejo,
en la pared,
que nos vio a los dos,
como no vienes,
ahora está ciego.