miércoles, septiembre 07, 2005

EL ESPEJO EN LA PARED


EL ESPEJO EN LA PARED

El espejo en la pared, a un lado de la puerta
(es un lago llano convertidor de sueños);
el piso, de madera,
la mesa, la máquina, las plumas,
los libros y las velas:
el espacio inerte,
(la noche rueda).
Afuera: la calle, la luz, gente que va y viene,
(mi alma en pena).
Una canción, tres llamadas (ninguna contestada),
una esperanza muerta.
Más adentro: la soledad, el llanto,
la nostalgia;
el frío aumenta.
Hay una lluvia adentro
y hay otra lluvia afuera.
(Alguna vez te pregunté: “¿Qué será de ti
cuando me vaya de tu lado?”,
mas no sabía que sería yo
el abandonado.)
Está todo:
el vino en la hielera,
el agua tibia,
mis ojos tristes,
mis manos frías,
la cama intacta.
En mi pecho se expande un grito:
mi resistencia a prueba.
Cuento las horas: diez, doce, treinta y seis,
ciento cuarenta.
El reloj, la carta (la duda),
lágrimas.
Todo está: tu foto en el llavero,
los poemas, las tarjetas,
los recuerdos,
y el espejo,
en la pared,
que nos vio a los dos,
como no vienes,
ahora está ciego.

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