Con aprecio, agradeciéndole sus comentarios para JONATHAN DE LIMA FLORES, esperando que a todos les guste este poema que me inspiró un pequeño como de dos años de edad que jugaba cerca de mí, mientras yo esperaba consulta en la Clínica Santa María de la Cd. de México.
HAY UN NIÑO
Hay un niño que me mira
con su sonrisa de ángel
y su mirada de plata;
juega cerca de mí
y en sus carreras y gritos
mis sueños desata;
le sonrío y con los ojos le digo
que siga con sus juegos
que me recuerdan mi infancia,
y en sus zapatos me lleva
a las calles de mi pueblo,
que está muy cerca de Iguala,
en Guerrero.
Su mamita lo regaña
y le dice que es un necio,
oigo que le llaman Luis
(tiene ojos de caramelo).
Se ha metido con mis cosas
y las derrama en el suelo,
le hacen llorar y en su llanto
se vierte mi desconsuelo:
yo le envidio
y quisiera tener la mirada atenta
de mi madre
que vigilara mis juegos,
que me regañe si quiere
o que diga que soy necio.
Este niño, Luis,
me devolvió mis recuerdos
y me trajo la nostalgia
por las manos de mi madre
que está lejos,
en mi pueblo,
en compañía de mi padre
aguardando mi regreso.
A este niño le deseo
que se cumplan sus anhelos.
1 comentario:
//y su mirada de plata//
Hay palabras que pueden no ser necesarias, digamos que a mi parecer ahi sobro una palabrade dos letras. Mirada de plata, ah no entiendo.
//que está muy cerca de Iguala,
en Guerrero.//
Oh señor su poemas va màs o menos, hasta que dice esto,es un poema no una historia, debe procurar no extenderse tanto en estas cosas.
Quiza deberia leer un poco de la armonia en los poemas orientales, y encontrar esa tranquilidad en pocas lieneas.
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