sábado, mayo 28, 2005

LA PÁGINA DE CHARLES BUKOWSKI

¡Vaya!, me siento afortunado: un amigo de Oaxaca, Leo, me hizo el favor de compartir conmigo una página del "Poeta indecente", Charles Bukowski, y al revisarla no pude menos que sorprenderme por la gran cantidad de material que sobre este escritor se encuentra en este sitio.
Y yo no puedo ser tan egoísta para no compartirla con ustedes. Sólo que, bajo advertencia no hay engaño, no van a encontrar literatura tradicionalista y "decente" (¿qué es la decencia?) sino las emociones de alguien que vivió en el arrabal y del arrabal. Poesía , novela, textos, relatos cotidianos suburbanos y, sobre todo, la sensibilidad cruda de un hombre que vivió rodeado de la incomprensión humana.Rechazado por algunos, pero muy querido y aceptado por muchos.
La página es: http://www.charlesbukowski.cjb.net/
Por otra parte, cumplo mi palabra y les hago la tercera entrega del poema "Eran las trece de la tarde", ojalá les haya gustado y les adelanto que en la primera oportunidad les regalaré el epílogo de la historia que narro en este poema. Quienes ya tienen mi libro saben que el epílogo se titula "Volviste a casa".
Bien, no hablemos más y dejemos que los sentimientos fluyan en las líneas del poema.(?)

III

No lo comprendo…
han pasado tres semanas
en que pronuncio tu nombre
pero no me dice nada;
ni tu voz, ni tu rostro,
ni tu letra reconozco
en las líneas de tu carta.
Hoy, temprano, desperté
y abracé con amor mi vieja almohada,
pero no encontré el aroma que,
enamorado, aspiraba,
para vivir en tu ausencia
cuando solo me dejabas.
Y es verdad, no lo comprendo…
el sol brilla, el agua canta,
el cielo es limpio
y mis brazos no te extrañan.
¿En dónde quedó el amor
que yo siempre te juraba?
¿En dónde lloré el río de sangre
que siempre imaginé
para el día en que te marcharas?
La paloma de tu aliento
se alejó de madrugada
y tus ojos (luminosos)
son estrellas apagadas;
aunque mi corazón, (¡Dios bendito!)
ha vuelto a encender la vieja llama:
el silencio de mi casa
ya no muerde tu recuerdo
como perra de nostalgia,
mis oídos ya no escuchan
la canción que te gustaba,
ya mis ojos no te buscan
y, en mi cuarto,
la nostalgia me acompaña.
Es sábado, de noche,
y una luz de la calle
se filtró por la ventana
iluminando tu foto que colgué
en su marquito dorado
a un lado de mi cama.
Entonces, con dolor,
casi con miedo,
descubrí que te olvidaba,
y el amor,
que un día te tuve,
era en mí una cosa extraña
que se esfumó
como el humo del cigarro que,
en esta solitaria noche,
fumo al pie de mi ventana.
Son las veinte treinta y siete
y el tic-tac
del reloj que me dejaste
en la pared de la sala,
deja caer, lentamente,
con tristeza y agonía
horas de lágrimas.

2 comentarios:

Crisito dijo...

Oye, si alguien quiere dejar un comentario tiene que estar registrado en blogger, asi que mejor cambia esa opciòn, para que sea facil comentar.

¿Quieres una critica a tu estilo?

José I. Delgado Bahena dijo...

Gracias por la sugerencia, pregúntaré como abrir otra opción, aunque en mi dirección también me pueden comentar.
Claro que me interesa una crítica.
Aunque te diré que los poemas publicados están incluidos en el libro que publiqué el año pasado y son una recopilación de lo que escribí desde hace varios años.
Actualmente escribo con otro estilo, creo que publicaré algo y espero tus comentarios para ambos.
Gracias.