domingo, abril 29, 2007


HOJAS SECAS

"Hojas secas" es el título del libro de poemas que mi amigo, poeta también, Mauricio Leyva, de Chilpancingo, Gro. acaba de publicar. Hace una semana, cuando presentamos un evento en la comunidad de donde soy originario: El Tomatal, Gro., Mauricio nos hizo el favor de llevarnos, a los cuates del grupo Transgresión, un ejemplar de sus hermosos poemas. Y de este libro, el cual tendremos el honor de presentar con él en Iguala, el 12 de mayo a las seis de la tarde, les ofrezco una probadita de la inspiraciòn de este noble caballero de las letras que es Mauricio. Ah, y la foto es del evento de Tomatal.

JUGUEMOS

Juguemos a que nos amamos desde hace tiempo,

a que tu cuerpo y el mío no son ajenos,

a que mis manos conocen los senderos

de tu vientre y su armónico secreto.

Juguemos a que me amas desde hace tiempo,

a que mi corazón y el tuyo no son prohibidos,

a que tienes la respuesta al acertijo

que descifra mis deseos escondidos.

Juguemos a que nos tenemos desde hace tiempo,

a que nos pertenecemos sin freno,

a que sabes clausurar mis labios

con el aguamiel de tus beos.

Juguemos a que somos uno desde hace tiempo,

a que nos fundimos en el mismo sueño,

a que no hay frontera en nuestros cuerpos

que pueda limitar este nítido sentimiento.

Juguemos a que te quedas por mucho tiempo,

durmamos en la misma cama de este encuentro,

finjamos que el amor es dulce y que está contento,

y despuès déjame, si es que llegas al intento.


Con el permiso de Mauricio, lo dedico para mi amigo el pintor Gabriel Marni y su novia Érika, ya que pronto contraerán nupcias en Yucatán.

lunes, abril 09, 2007

EL SILENCIO


El silencio es la carga más pesada

que puede soportar el alma.

La soledad se aloja en el corazón

cuando faltan las palabras,

los recuerdos son heridas

y la nostalgia es una perra brava

que muerde en las noches frías

y nos embarra su baba.

El silencio es una roca

que nos golpea la cara,

es muerte lenta

y también es una daga

que corta con sus dos filos

de amor triste y de esperanza.

jueves, abril 05, 2007

DÉJAME LLORAR


Déjame llorar, a solas, tu partida.

Se reseca mi boca,

mueren las palabras

y se pudre la melancolía.

Déjame escribir un verso rebelde

en la orilla de esta enorme soledad

que me lastima.

Ayer tus manos descansaban,

dulcemente, entre las mías;

hoy el hueco en el que duermo

es un tren cargado de amargura

que no va a ninguna parte,

a ningún espacio,

a ninguna esquina.

Déjame llorar por esta ausencia de mí

entre tus muslos de fuego que eran mi vida;

tengo sed de tus ojos

y te voz se aleja en el buque

de tu risa perdida.

Ya lo ves, derrotado me dejas,

sin un centavo de sangre redimida,

sin la esperanza que mojaba mis labios

cuando te nombraba

con el rayo de luz de tu luna esparcida.

Déjame llorar,

pero a solas,

no quiero que me veas temblando, sin ti,

en esta noche fría;

tú no sabes qué profundidad tenían

mis palabras dolientes

cuando te preguntaba si deseabas mi muerte

o si querías mi vida.

Déjame llorar, antes de que yo,

como tú,

inicie mi partida.


Poema del libro "Por si no te vuelvo a ver" que pronto daré a conocer.