sábado, noviembre 19, 2005

PERO ME ACORDÉ QUE TE QUIERO


Pensé decirte que el viento
había borrado
tus huellas de mi alma,
que tus besos eran sólo brasas
de llamas apagadas,
que ya no creía más en tus promesas
ni en tus palabras falsas,
que mi cobardía era igual a la tuya
y me muero por nada,
que el cristal con el que veo el amor
es lámina oxidada,
que ni la soledad, ni el dolor,
ni la vida me importaban
y que estaba resignado a no verme
en tus ojos, quedándome en penumbra,
viviendo como un paria;
pero, ¿sabes?,
me acordé que te quiero
y en mi corazón
renació la esperanza.

2 comentarios:

José Luis Avila Herrera dijo...

Sin duda estas palabras que has escrito, denotan un profundo sentimiento y una larga agonía en la búsqueda de una ilusión que vive en la esperanza.

Un saludo especial para ti y cuando gustes eres bienvenido en mi humilde espacio.

susanncastillo dijo...

Me quito el sombrero y me pongo de pie ante tus letras. Un verdadero honor y placer leerte.