AZUL COMO EL PECADO
He derrapado en un cuerpo azul,
como el pecado.
Mis manos llovieron sobre sus ansias
y fuimos dos locos,
acorralados,
que mordimos las cenizas del amor,
entre el follaje de la luna,
urgidos de dolor,
anhelando el llanto.
En el hueco de su olfato
hallé un rencor extraviado:
era un mar de dulces olas,
era un lugar infinito,
era un sol de negros rayos.
Me interné en sus soledades
y fui piel de sus tormentos,
fui el deseo inalcanzable,
fui la causa de sus miedos.
He derrapado en un cuerpo azul
extenso y lejano,
como la paz del condenado;
ensombreció mis nostalgias
cuando un suspiro dejó
en mi corazón desesperado,
y le regalé una historia dolorosa
como la roja luna
que se posa en el tejado.
Derrapé en ese cuerpo azul
y me enamoré con llanto
una noche de pecado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario