Amar: repite el mar
y su tono monocorde
hace estallar los silencios en fuegos de artificio.
Si dos se quieren existe el cielo.
Bienaventurado el que, sin miedo,
da un salto hacia el vacío donde otro espera;
porque eso es amar:
estar inquieto y morir embelesado.
Ama y cambia tus ideas,
Ama y cambia tus ideas,
dijo el hombre de ciencia.
Quien ama a una persona la salva
y salva también al mundo entero,
dice el Talmud.
Entonces,
Entonces,
que conserve la luz su aliento y su memoria
porque, con el amor, después del holocausto,
llega el perdón y un himno de paz
se vierte sobre el alma.
Que el cielo llore,
Que el cielo llore,
y que en la Tierra llueva
el virtus beatífico del alba.
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