jueves, abril 24, 2008


Amar: repite el mar

y su tono monocorde

hace estallar los silencios en fuegos de artificio.

Si dos se quieren existe el cielo.

Bienaventurado el que, sin miedo,

da un salto hacia el vacío donde otro espera;

porque eso es amar:

estar inquieto y morir embelesado.
Ama y cambia tus ideas,

dijo el hombre de ciencia.

Quien ama a una persona la salva

y salva también al mundo entero,

dice el Talmud.
Entonces,

que conserve la luz su aliento y su memoria

porque, con el amor, después del holocausto,

llega el perdón y un himno de paz

se vierte sobre el alma.
Que el cielo llore,

y que en la Tierra llueva

el virtus beatífico del alba.

lunes, abril 21, 2008



MISTERIOS

Mira que te escribo
ahora que te has ido,
después de lloviznar,
con mis caricias,
en el terreno fértil de tu cuerpo,
después de que el deseo mordiera,
bravamente, el silencio.

Te escribo, a media noche,
sin volver al ayer,
sin pensar en mañana;
como paralizando el miedo
de que todo sea sólo un sueño.

Pero te escribo con mi carne
sobornada por tu lengua y tu mirada,
por tus manos tibias,
por tus palabras
que me embarras en la cara.

Te escribo ahora
cuando estás ausente
de mis brazos,
de mis manos y de mis dedos
descubrieron tu misterio.

Te escribo callado
después de tantos ruegos
para que no te fueras,
para que te quedaras
a llorar conmigo
encerrados en el apartamento.

Pero te fuiste
y te llevaste la luna fría
que nos ha cobijado,
durante noventa días,
coronando secretos.

Y llegarás mañana
trayendo la luz de tus ojos
que tanto quiero,
y me abrazarás,
y te besaré,
y volverás a ser misterio,
sólo misterio.

lunes, abril 07, 2008

BEBER DE TU SANGRE


EL AMOR CUBRE CUERPOS,

CONVOCA,

SIEMBRA ANHELOS,

LLOVIZNA ROSAS,

PERFUMA LOS TE QUIERO;

EL AMOR PERNANECE

Y AL BEBER DE TU SANGRE,

ES UN SUBLIME DOLOR

QUE NOS ENVÍA EL CIELO.


jueves, abril 03, 2008

ME TOMARÉ UN CAFÉ SIN TI


Me tomaré un café, sin ti,
en el desierto de mis días sin saberte,
sin oírte, sin tenerte y sólo amarte.
Me tomaré un café y hablaré de lo nuestro
mirando al suelo,
lloviendo desde mis ojos duros
lágrimas de fuego.
Será el café más amargo y más simple
porque estarás ausente de mis brazos
que tanto te abrazaron
y de mi boca que con amor te nombra;
y a pesar del tiempo y la distancia
seguirás en mi pecho,
donde es tu casa.