No importa que me mientas
y me digas que tus manos están tibias
por el sol de la mañana,
y tampoco importa mucho
que yo vea en tus ojos de ceniza
una luz que hace tiempo
encendía mi llegada.
No importa,
ni tu risa que se esconde
en los pliegues de tu cara
cuando digo que es mentira
que en mí pienses
al tenderte, solitaria,
en la espuma de tu cama.
No me importa.
¿Para qué las amarguras
y las locas fantasías de los celos
y las dudas
que me roen en el alma?
No me importa que me mientas
si te quiero entre las rocas
de las penas,
entre el lirio de las dudas
y en el triste y cruel pantano
que nos da la desconfianza.
3 comentarios:
no importa que disfrutes a tientas
la dulcura d otros versos
se que son tan efimeros
como los numeros
de mis tantos rezos
no importa que en tu espalda sientas esas manos que eran mias
cuando en tu agonia
me nombras por ella
inspirados en su otra maestro!
je je
salu2_!
buen dia maestro, vengo aki recomendado por zel, no dejo de admirar su obra y el efecto ke causa entre kienes con humildad le leemos, si su inspiracion provoca otras inspiraciones sea usted mil veses agradecido.
con admiracion gabriel marni
Maestro, grandioso en verdad.
Que escena ha descrito... tan cruel.
Un abrazo.
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