Mil disculpas, ofrezco a mis amigos que me visitan y que no han encontrado nada nuevo en tanto tiempo. Si de algo sirve, les diré que he estado un poco atado: , me fracturé un brazo y me costaba mucho trabajo escribir, además de que sentía muchas molestias. Bueno, además he estado un poco ocupado escribiendo y participando en eventos a los que me han invitado y que gracias a mi novela, La noche de las cabras, he tenido la oportunidad de conocer a mucha gente interesante con la que he comenzado a desarrollar algunnos proyectos.
Además me di la oportunidad de participar en un concurso de cuento organizado por la casa de cultura de Acapulco, a cargo de la maestra Aída Espino y tuve la fortuna de ser considerado por el jurado como uno de los ganadores de este año. Y esto es una satisfacción que quiero compartir con todos ustedes, ýa que, además del premio, claro, el diploma que avala el reconocimiento para mi trabajo me hace sentirme orgulloso de ser amante de la literatura y de ser un lector fervoroso de José Agustín, de García Márquez, de Saramago, de Balzac, de Isabel Allende, Vargas Llosa y de Sabines y Neruda, entre otros muchos.
Tengo tanto que contarles pero lo iré haciendo poco a poco. Por el momento, sólo les comento que el cuento con el que participé se titula El citatorio y me lo inspiró una nota periodística que leí en un diario de la capital acerca de una anciana, de 86 años, que había demandado ante las autoridades a su amigo, anciano también, de 88 años, porque, según ella, la había intentado violar.
Bueno, imaginé una historia y la escribí. Espero poder cargar el cuento un día de estos y compartirlo con ustedes. De cualquier manera pronto publicaré otro libro, ahora de cuentos y relatos, al que he titulado Ojos de perro y otros miedos y, por supuesto contendrá este cuento ganador, así como otros que me han permitido ganar otros concursos magisteriales como La apuesta y Jaimito.
Mientras tanto les regalo una imagen de mi diploma, que espera hagan suyo también.
Gracias por la espera.